La ciudad y el transporte en tiempos de Covid-19

A través de un panel, realizado el 28 de abril, especialistas en el tema de movilidad reflexionaron en torno a la ciudad y el medio de transporte en medio de la pandemia de Covid-19.

Organizada por Lab Ciudad de la U-ERRE, la sesión contó con la participación de David Pulido, de Pueblo Bicicletero Colectivo; Eduardo Quintanilla, de la Banqueta se Respeta Colectivo; Julia Neira, de Distrito Purísima - Alameda; Luisa Peresbarbosa, de MOVAC (Movimiento de activación ciudadana A.C.); y Pablo Reyes Cortázar, de Lab Ciudad U-ERRE.

A continuación, compartimos información y reflexiones expuestas en la sesión:

  • 6 millones de personas, es decir, el 74.2 % del total nacional, vive en ciudades.

  • La pandemia tiene impactos en todos, pero en las mujeres se intensifican. La pandemia está fortaleciendo las inequidades que ya existían y exponiendo vulnerabilidades.

  • En el tema económico, a las mujeres, les afecta más esta crisis por el grado de vulnerabilidad económica que tienen, el empleo informal y por trabajos no remunerados. En el tema de salud, de igual manera, afecta a trabajadoras de la salud, mientras que el tema de la violencia doméstica está aumentando en todo el mundo.

  • Es importante que los espacios públicos se vayan adaptando a la situación. Espacios que estaban hechos regularmente para estacionamientos o para los automóviles, que vayan sustituyéndose para que sean espacios dedicados a que la gente pueda caminar.

  • Si no existe el transporte público suficiente, la gente no tiene otra alternativa más que moverse a pie. El espacio público no es el más adecuado para ver más gente.

  • ¿Volverá a ser todo como antes? La respuesta creo que es no, creo que vamos a tener que buscar nuevas alternativas y aprender lo que sucedido en esta temporada y ver que se pueden hacer una ciudad distinta.

  • Es necesario pensar en actividades cercanas a nuestras casas. Políticas para reducir el uso del automóvil, pensar en nuevas formas de transporte seguro, promover el uso de medios no motorizados y mejoras sustanciales en el espacio público.

  • A las empresas del transporte se les debe informar adecuadamente para que tomen las medidas necesarias de protección: desinfectar adecuadamente las instalaciones y las superficies, cómo comunicarse y reaccionar ante las preocupaciones de las y los pasajeros, así como proporcionar equipos de protección adecuados (mascarillas, guantes/desinfectantes de manos) para cuidar su salud y evitar que se infecten. También se deben aplicar exámenes médicos periódicos para garantizarles seguridad y comodidad en el trabajo y separar a los conductores de los pasajeros.

  • Al pasajero del transporte público se le debe informar adecuadamente sobre las normas de conducta, los riesgos de la pandemia y los cambios de operación en el servicio. El transporte debe tener control de acceso y control de temperatura, limpieza y desinfección (pasamanos, puertas o asientos, terminales y espacios de atención al público).

  • La evidencia de los casos conocidos, sugiere que la gente y los gobiernos están optando por la bicicleta como un vehículo resiliente y confiable ante la crisis. En nuestro país la bicicleta resultó ser un vehículo resiliente, es decir, que se fortalece ante la adversidad. Es urgente que se garantice este derecho.