Entrevista con Efrén Ordóñez

El escritor y editor Efrén Ordóñez, exalumno de la carrera de Comunicación Social (2007), tiene una destacada trayectoria en el mundo literario.

Obtuvo el Premio Nuevo León de Literatura 2014 por su novela “Humo”. Además, es autor del libro de cuentos “Gris Infierno” y el libro infantil “Tlacuache. Historia de una cola”.

Es socio fundador de la agencia de escritura Courier 12 Escritores (www.courierdoce.com / @c12escritores) y director de la editorial Argonáutica (www.ed-argonautica.com / @edargonautica).

En entrevista para el Newsletter de Exalumnos U-ERRE, Ordóñez nos habla un poco sobre su trabajo y la inspiración de sus historias.

¿En qué proyecto editorial estás trabajando actualmente?

En Courier 12 trabajo como book manager en varios libros para autores de diferentes perfiles, emprendedores, todos para publicar en el primer trimestre de 2020. En Argonáutica estamos en cierre de un par de libros para publicar en enero: la novela “Esfinge”, de la autora francesa Anne Garréta y el de ensayos “Aquí no mueren los muertos. Duelo y fotografía en México”, de Melina Balcázar, además de otros títulos para 2020. Y yo termino una novela sobre género y silencio, y un libro híbrido, mezcla de ensayo y ficción, sobre el fenómeno laboral en los últimos años.

¿Qué herramientas te dio la U-ERRE para desarrollarte profesionalmente?

Me dio libertad. El diseño del plan de estudio y los horarios, además del tipo y la forma de las clases, me permitieron malabarear entre la exploración profesional y la académica. Además, el proceso para salir un año de intercambio fue sencillo y aquel fue un parteaguas en mi vida. Por último, durante el último año, llevé algunas clases enfocadas en la inserción laboral de los estudiantes que, luego supe, no tomaron alumnos de otras universidades.

¿Cuáles son tus escritores favoritos?

Creo que, por un lado, habría que hablar de libros, cuentos y momentos. Si tuviera que identificar una esencia, voy a la Trilogía de Nueva York, de Paul Auster, pero también a “El balneario”, de Carmen Martín Gaité; “Las teorías salvajes” de Pola Oloixarac, a los ensayos y la lucidez de Susan Sontag o los de Virgnia Woolf, a la economía de las historias Jean-Phillipe Touissaint, los silencios de Raymond Carver, o mejor, los de Kjell Askildsen, pero últimamente Rebecca Solnit, Samanta Schweblin, Siri Husvedt, María Gainza. Y claro, Mark Haber, Veronica Esposito, Aurelia Cortés Peyron, Robin Myers, Bernardo Esquinca, Tanya Huntington, David Miklos, Michal Habaj, Ivan Strpka, Antonio Ramos, Juana Adcock e Isabel Zapata. Sobre todo, este último grupo.

Hablamos un poco sobre tus libros.

Asumiré que son los de mi autoría. Me han publicado un libro de cuentos, “Gris infierno”, una novela, “Humo”, y un libro infantil, “Tlacuache: historia de una cola”. Soy muy malo para hablar de lo que escribo y prefiero hablar de los autores a quienes publico, porque lo romántico de la edición radica en el enamoramiento que sentimos por cada libro publicado, aunque esa no fue la pregunta. Sobre los míos, de nuevo, es como verse en el espejo todos los días y nunca entender cómo aplacar ese mechón de pelo que se levanta por el remolino que vive en la corona.

¿Qué temas abordas en tus historias?

Aquellos que me inquieten en determinado momento. De hecho, escribo cuando eso sucede y nunca arranco un libro solo por la necedad de escribir. Ahora, como no encuentro un tema recurrente (al menos no de forma consciente) supongo que siempre termino en el absurdo de las dinámicas sociales. Procuro alejarme, eso sí, de los dramas personales.

¿Cómo te inspira la realidad cotidiana para escribir?

Cuando se trata de literatura, el día a día detona la escritura, pero solo si se trata, como dije arriba, de las dinámicas sociales. Me resulta imposible hablar de mi vida, de mi realidad. Si hablamos de la labor de amanuense, del escritor a sueldo (lo que hago en Courier 12), igual influye lo que veo y escucho, pero esa escritura es más práctica todavía, formulaica incluso. Ahí es otro tipo de goce.

Si analizamos la literatura creada por autores de Monterrey, ¿crees que existe un estilo de “literatura regia”?

No sé si un estilo, pues cada uno escribe a su manera, pero sí existen tendencias, temas recurrentes, imágenes y preocupaciones que se conectan entre sí. Somos más prácticos.

¿Alguna recomendación para estudiantes que deseen convertirse en escritores?

Que lean sobre la realidad del mundo editorial y del mundo literario en México primero y en el resto del mundo después, que lean journals, revistas y estén al día. Que se alejen del canon. Que se alejen de los géneros, aunque luego vuelvan a ellos. También, hay que ser conscientes y saber por qué y para qué quieren escribir, es decir, si pretenden hacerlo de forma “profesional”. Que sepan que en mundo saturado de libros y falto de lectores, es necesario cuestionarse todo.  Por último, que lean más de lo que escriben. Mucho más. Que lean como escritores, que lean desde el pensamiento y no solo desde el goce.

 

La información incluida en esta publicación es responsabilidad de los entrevistados. No equivale a la acreditación de programas académicos o trámites pendientes.