Cambiamos la historia de la educación: U-ERRE 50 años

La Universidad Regiomontana abrió sus puertas en 1969, tiempos de crisis por el aumento en el número de estudiantes que buscaban ingresar a las universidades públicas y el cupo limitado que ofrecían las instituciones educativas.

Con una primera generación, conformada por 1,675 alumnos entre las escuelas de preparatoria y profesional, U-ERRE ofreció una solución frente a la necesidad que manifestaban los jóvenes regiomontanos.

Desde sus inicios, siendo una institución privada, se mantiene firme en la filosofía de que una educación debe ser de calidad, flexible y al alcance de todos. Así mismo, tiene la creencia de que la educación no precisa llevarse a cabo en ambientes altamente politizados, como solía ser el de algunas universidades dentro del sistema educativo mexicano hacia finales de los sesentas.

La Universidad Regiomontana se ha caracterizado por ser un modelo educativo centrado en un sector que busca y genera un cambio: estudiantes y trabajadores, que desean cursar una carrera profesional sin descuidar su empleo.

Cinco décadas marcando la diferencia en el sistema educativo mexicano: una mirada retrospectiva

Oferta académica e infraestructura

En sus comienzos, la oferta educativa se limitaba a tres carreras profesionales que respondían a los perfiles laborales más requeridos por la industria regiomontana: Contaduría Pública, cuya apertura fue en 1963; Ingeniería Industrial y Administración, iniciada en 1968; e Ingeniería Civil, que se inauguró en el mismo año.

En ese entonces, se contaba con una planta de 114 coaches conscientes del desafío que suponía posicionar a la Universidad Regiomontana U-ERRE como una universidad mexicana comprometida no solo con brindar una oferta accesible, sino con la inserción de sus egresados en el mercado laboral.

Modelos de enseñanza adecuados al perfil del estudiante

Pensando en las necesidades de la mayor parte de la población estudiantil, el ingeniero Roberto Treviño, primer rector de la universidad, estableció el modelo educativo tetramestral. Gracias a ello, además de una educación de calidad y accesible, se daba a los alumnos la oportunidad de alternar estudios y trabajo o de culminar la formación en menos tiempo.

La propuesta fue adoptada por otras escuelas, no obstante, U-ERRE continúo ejerciendo un papel de liderazgo por factores como su ubicación céntrica, flexibilidad de horarios y sistema de becas. Un dato interesante que se conoce al respecto, es que estos beneficios detonaron el que muchas mujeres trabajadoras decidieran cursar la preparatoria y posteriormente una carrera profesional.

Por otra parte, la institución fue pionera en la generación de modelos de enseñanza basados en competencias, así como en el desarrollo de habilidades prácticas. Lo anterior, bajo la orientación de especialistas con destacada trayectoria en su área, pero, al mismo tiempo, comprometidos con la profesionalización continua.

Crecimiento institucional, desarrollo tecnológico e internacionalización

Durante la gestión del rector Agustín Basave Fernández, entre 1978 y 1985, la universidad creció en infraestructura y número de programas y registró un incremento del 20% en su matrícula. Esto de la mano de un importante crecimiento cultural.

En este periodo, se estableció la Biblioteca Central Melvil Dewey y la inclusión de las cátedras de ética, filosofía y antropología en todas las carreras y se creó la División de Investigación. Así mismo, se dio impulso a la internacionalización, labor que junto al crecimiento de la infraestructura tecnológica tendría continuidad entre 1992 y 2001, durante la gestión del rector Pablo Longoria Treviño.

Es así como, de una primera generación de egresados con solo 33 cartas de pasantes, hasta la gran familia académica que hoy somos, U-ERRE continúa sus esfuerzos por consolidarse como una universidad mexicana competitiva a nivel mundial.CTA-eBook-descubre-el-area-profesional-ideal-para-ti